Creacionismo existencial.

Al universo, como materia creadora, le gusta que sus creaciones hagan creaciones.

Hay una teoría que dice lo siguiente: si el planeta rotara 360° y durante ese tiempo nadie hubiera creado nada, el universo se colapsaría. De tal suerte: estamos muy lejos de que eso suceda, pues es imposible que las creaciones se detengan.

En cada creación artística estalla una nebulosa o una estrella millones de kilómetros en la distancia. Así como en cada obra de arte, las neuronas brillan en su complejo universo encefálico.

(soñado hoy por la madrugada).

Control.

¿Y qué tal que si no eres más que el monstruo interior que nos controla cada noche?

Somos los títeres de nosotros mismos, rendidos a ti. Y de día, nos das permiso, un poquito, de concedernos ciertas libertades. De noche nos habitas y haces lo que quieres con nuestras almas.

Ya decía yo que tanta red neuronal no va en vano. Pues por más que te pidamos soñar con bellos paisajes insistes en hacernos caer por agujeros oscuros.

Vaya. Sí, querido y repugnado inconsciente. Cómo nos transformas...

Metáforas sin reciclar.

Están tan enredadas, tan hechas nudo, con tanta paja.

Insolubles. Tan incompatibles como el agua y el aceite, tan apartadas, tan sin sentido.

Tal y como un "fuego de lágrima fotografiado por el ojo crepuscular de una lexicolíndroma radiante de enunciología avanzada e inútil".

¿De dónde extrajeron dichas metáforas? ¿De un tiradero apartado de la vida misma?

Prefiero lo simple: un beso de luna o una mano de sol.