Tren Literario

Tren Literario
No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

martes, 25 de octubre de 2016

La rima es lo que importa.

La poesía no debe entenderse del todo. Sólo se siente. La rima es lo que importa.

Mirad, aventurero, cómo la luna yace
tendida en el firmamento
cómo rodeada de estrellas le place
que alguien le cante un juramento.

Así, como cuando el sol nace
y le da al día alumbramiento,
así el horno que furnace
de tanto calor y fuegoliento.

Ora una luna, ora es una fruta que mace
color, textura y magmapiento
que cuando la mires como gace
no tendrás ni sulfuro ni arrepiento.

Si temes que te caiga encima, bluscobase
no tengas miedo, fortechento
que está anclada, como una frase
a poema de rima y espiropento.

lunes, 17 de octubre de 2016

Personajes expresándose.

En este cuento no habrá narrador. Sólo personajes que tienen que expresar sus dudas hacia el exterior.

(Haga favor de eliminar de su memoria lo leído en el párrafo anterior, así como estas mismas líneas).

Gato parlante: es que yo soy muy pata de perro, aunque sea gato. Quiero irme de aquí, de estos cuentos que ya terminaron. Me dan ganas de infiltrarme en otras historias.

Perro parlante: Pues yo no soy pata de gato. A mí me gusta dormir en las páginas tibias cuando las chicas llevan el libro bajo su brazo.

Pollo parlante: A mí sólo me gusta comerme los puntos finales de los cuentos

martes, 11 de octubre de 2016

Experimento literario # 3.

Un poema de seguimiento por palabras. Con un sola palabra el lector debe imaginarse lo que sigue, tal como sucede en el siguiente:

Huevo.
Nuevo.
Crece.
Amor.
Rompimiento.
Decepción.
Correr.
Desfiladero.
Caer.
Muerte.

Aquí vemos claramente como es que del huevo ha nacido un pollo, que llegando a la pubertad se ha enamorado y ha tenido una decepción amorosa, lo que lo ha llevado al suicidio.

Por otra parte, podrá rebatirse que el protagonista no era un pollo, sino una serpiente.

viernes, 7 de octubre de 2016

Sé como la piedra.

Don Jacinto es asiduo lector de libros de autoayuda. Le sirven, lo consuelan y lo hacen sentir mejor. Sólo que necesita ayuda para entender cómo es que uno se convierte en piedra. ¿Cómo?

Hace dos días, el buen don Jacinto estaba leyendo algunas sabidurías de algún libro sobre la fortaleza de las piedras. Allí se decía que ante los problemas, uno debe ser como la piedra: inerte, sin quejarse, fuerte para resistir hasta que ya no importe. Luego se decía que hay que ser como el agua: ágil, dinámica. Don Jacinto debe ser como la piedra y no quejarse nunca, o ser como el agua y rodear sus problemas.

El verdadero problema de don Jacinto es que él está constituido por células que componen un organismo que siente, consiente y consciente. Por lo tanto, tiene pensamientos y sentimientos. No puede "estar" hecho de piedra. Entonces tomó su libro y lo incendió en la hoguera de su chimenea, por mentiroso, porque era un libro de consejos para piedras.

Ante esto, una piedra que se asomaba por la ventana de la casa de don Jacinto, corrió y se echó a llorar a orillas de un río. Triste y solitaria, hizo lo único que podía: leer su libro donde se le decía que hay que ser como los humanos. Hay que desahogarse para sentirse mejor, que hay que dormir y tener amigos...

Queridas piedras, les puedo contar más sobre ello en mi libro: "Consejos para piedras. Una bella forma de vivir inerte sin morir en el intento".

P.D.: Absténganse humanos.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Vendedor de poesía.

Una vez topóme
con un vendedor de poesía.
Le pregunté con cara larga
¿para qué dijo que servía?

Como él unas poseía,
me mostró unas cuantas
en hojas largas y blandas
vi cómo las cosía.

Mirando gustoso
me regaló una buena
con adornos y faena
y escuché amistoso:

"La poesía amigo errante
sirve para dos cosas.
O bien para enamorarte
o para causas desastrosas".

lunes, 3 de octubre de 2016

Paralgo.

"Nada que un buen pararocas no pueda solucionar", comentaba el ingenioso inventor de muchos artilugios para evitar ser golpeado por numerosos objetos que provenían del cielo.

Todo comenzó en algún año que no quiero mencionar porque es irrelevante para esta historia. Tampoco nos importa el día, ni la hora, así que omitiremos esos superfluos detalles. El lugar sí es importante. Ocurrió en un bosque, cuando a una ardilla se le ocurrió dejar caer una bellota sobre la cabeza de Boon. Ah, por si pregunta quién es, es justamente el inventor.

Allí Boon tuvo una idea. Inventar un parabellotas. Porque las para. Las detiene. Las hace rebotar. Tomó un casco común y le puso unos elásticos arriba, porque también detestó el sonido producido del impacto de la bellota sobre el revestimiento del casco. Pronto se dio cuenta de que había que inventar muchos artilugios que detuvieran objetos. Según el peso, textura y tamaño de ellos. Así nacieron los paracanicas, paracáscaras, parapájaros y paracacas.

Todo mundo sabe que un paraguas no es capaz de detener todo eso. Además, las cosas se inventan para algo en específico. No se puede usar un paraguas para detener cacas de pájaros. Sí es posible, pero no fue creado para ese fin. Así que, si está planeando ir a un bosque lleno de aves que recién comieron, debería pensar seriamente en llevarse un paracacas.

Boon está trabajando actualmente en un paralgo. Ese objeto podría usarse para muchas cosas y para detener muchos objetos, pero aún quedan muchos años de trabajo y de investigación al respecto.

domingo, 2 de octubre de 2016

La lengua como manjar.

Cuando la lengua se vuelve mentirosa no sólo se puede comer en tacos. También se puede meter entre dos panes y ponerle jamón y queso. Lo malo de comerse una lengua de mentiras es que el estómago lo sabrá y tendrá algunas náuseas posteriormente. Todos sabemos que las mentiras provocan mareos.

No obstante, una lengua bien preparada puede dar mucho placer. Se puede conseguir una buena lengua, de esas que hablan varios idiomas, de esas que son cultas, y ponerla a cocer con algunas especias literarias. Si usted nota que por la punta de la lengua salen algunos signos de puntuación, también puede coserla. Lenguas de verdad hay pocas, y la verdad es que esas lenguas saben mucho mejor con guarniciones.

Una vez que esté lista la lengua, podrá disfrutarla también con la suya y cuando haga digestión notará cómo poco a poco se le enriquece el vocabulario. Podrá desenrollarla mejor y hacer como un camaleón que habla varios idiomas.

Eso de que aparecen pelos ajenos en alguna lengua es totalmente falos falso. Lo que pasa es que algunas lenguas tienden a desarrollar cabello y la causa puede ser variada: primero porque se ha metido en lugares donde no debía, segundo porque hemos acicalado a nuestros gatos y tercero por genética.

Si usted nota que la lengua es muy pesada puede aderezarla con algunos refranes. Si es demasiado ligera puede echar en la cacerola un tomo de enciclopedia para sazonarla.

Eso sí, cuide usted de comer muchas lenguas pero nunca se deje comer la suya, porque entre más coma más se enriquecerá. No la pierda por algún descuido.