Una vez topóme
con un vendedor de poesía.
Le pregunté con cara larga
¿para qué dijo que servía?
Como él unas poseía,
me mostró unas cuantas
en hojas largas y blandas
vi cómo las cosía.
Mirando gustoso
me regaló una buena
con adornos y faena
y escuché amistoso:
"La poesía amigo errante
sirve para dos cosas.
O bien para enamorarte
o para causas desastrosas".
A mi me gusta enamorarme de tu letras escritas a la que llaman poesía pero en realidad es arte
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