El muerto nos da miedo porque no podemos soportar que después de inanimado, se ponga a vivir como si nada, desafiando las leyes naturales. Más bien, habría que ver qué tanto nos molestó el muerto cuando estaba vivo, porque si nos regala algo, tal vez podríamos aceptarlo. Podemos aceptarlo si y sólo si es un muerto con aspecto de vivo.
Además, el muerto no quiere pasársela como vivo. Ni tampoco quiere hacerse el vivo molestándonos. Nos da miedo porque creemos que va a quitarnos la vida para que estemos igual que él. Tal vez él quiera que le quitemos la muerte para que regrese a la vida.
El muerto no necesariamente se nos sube a mitad de la noche. Algunos dicen que de tanto frío busca algo de calor, porque estar bajo tierra suena terrible. Nada más que olvidamos que el muerto no está en su cuerpo, sino en una entidad espiritual que no debe espantarnos. Y si no da mucho miedo, podemos hacernos los muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario