Don Jacinto es asiduo lector de libros de autoayuda. Le sirven, lo consuelan y lo hacen sentir mejor. Sólo que necesita ayuda para entender cómo es que uno se convierte en piedra. ¿Cómo?
Hace dos días, el buen don Jacinto estaba leyendo algunas sabidurías de algún libro sobre la fortaleza de las piedras. Allí se decía que ante los problemas, uno debe ser como la piedra: inerte, sin quejarse, fuerte para resistir hasta que ya no importe. Luego se decía que hay que ser como el agua: ágil, dinámica. Don Jacinto debe ser como la piedra y no quejarse nunca, o ser como el agua y rodear sus problemas.
El verdadero problema de don Jacinto es que él está constituido por células que componen un organismo que siente, consiente y consciente. Por lo tanto, tiene pensamientos y sentimientos. No puede "estar" hecho de piedra. Entonces tomó su libro y lo incendió en la hoguera de su chimenea, por mentiroso, porque era un libro de consejos para piedras.
Ante esto, una piedra que se asomaba por la ventana de la casa de don Jacinto, corrió y se echó a llorar a orillas de un río. Triste y solitaria, hizo lo único que podía: leer su libro donde se le decía que hay que ser como los humanos. Hay que desahogarse para sentirse mejor, que hay que dormir y tener amigos...
Queridas piedras, les puedo contar más sobre ello en mi libro: "Consejos para piedras. Una bella forma de vivir inerte sin morir en el intento".
P.D.: Absténganse humanos.
Woow!!
ResponderEliminarMaravilloso