Tren Literario

Tren Literario
No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

domingo, 31 de marzo de 2013

No saber morir.

El corazón, protagonista de múltiples desengaños, no sabe morir.

Podrán envenenarlo hasta el cansancio con filosas palabras. Llenar hasta el borde sus ventrículos con cizaña. Clavar en sus movimientos ardientes: malignas y desdeñosas miradas. Cortarle muchas venas y pretender desangrarlo.

Cegarlo con celos destructivos y cataclísmicos. Perforarlo con finas dagas diplomáticas. Comerlo desde el interior, incinerándolo parcialmente. Estrujarlo y hacer vibrar todo el pecho, las costillas, sacarlo por los ojos en cristales líquidos. Hacer nudos en sus arterias para asfixiarlo de desamor.

Lo han teñido de negrura. Trastornado y vuelto malévolo. Cruje. Con cada herida se retuerce y luego forma un gigantesco callo que todo lo protege. Se envuelve en sus capas de refugio.

Pero sigue latiendo...

El día que se detiene no ha muerto del todo. Se resiste. El paro cardíaco es sólo una pausa en la que reflexiona. El cerebro lo da por muerto. Minutos después está en otro cuerpo nuevo, llenando de vida todos los túneles del nervio humano.

Después del trasplante continúa latiendo, porque el corazón no sabe morir, aunque el cerebro se empeñe en engañarlo y convencerlo de que también la sangre se oxida.



sábado, 30 de marzo de 2013

Parece que lloverá.

Lloverá, parece. El cielo negro truena y amenaza con desplomarse bajo cualquier circunstancia. Poco a poco más nubes se recargan unas con otras hasta que todo queda oscuro.

Lloverá. Los ojos amenazan con inundarse bajo cualquier circunstancia. 
Caen las primeras gotas y después es incontrolable el sollozo. Finalmente llueve. Todas ruedan por las mejillas y se estrellan contra la tierra húmeda.

Llueve y un único cuerpo se moja.

Llueve en el cielo de las pupilas y entre las nubes negras de su ceguera. Los ojos nublados: cataratas, camufladas por el agua ácida de una ciudad fría.


viernes, 29 de marzo de 2013

Disertación entre la vida y la muerte.

La muerte no existe del lado de la muerte, la vida no se destaca entre la vida. Buscarte vida, entre muertes inertes, no es más que averiguar el movimiento que se avecina. Hallarte muerte, entre vidas que fluctúan, es abandonar el rápido caudal de gente.

Al morir la muerte se contradice, entonces vive. Pero no es esta vida la muerte del que ya moría. Es transición, por eso no puede. Vivir más que la vida que ya es, tampoco es muerte.

¿Acaso un esqueleto muerto, con vida que camina, muere dos veces al ser cortado por una espada divina?

¿Acaso el ave viva de vuelo curvo, piloteando entre las nubes y con fuego en la cola, vive dos veces? No. Muere para vivir de nuevo. El fénix nace muriendo. Pero si un polluelo corriente muere naciendo, anuncia ya la muerte en vida.

Vida que quita vida produce muerte. Muerte que borra muerte produce vida. Morir en vida es natural. Vivir en muerte es complicado. ¿Habrá pues, cientos y miles de muertos que se disfrazan de vida? ¿Habrá contados vivos entre los campos sembrados de cuerpos?

Aquí hace falta una palabra. Es ésa que continúa la vida después de la muerte, porque ya no es vida, pero tampoco la misma muerte. Es lo que quieres que sea, es la feliz "vierte", o la agonizante "mueda". O qué sé yo.



jueves, 28 de marzo de 2013

Sobre el sol.

Pararse sobre el sol otorga paz al alma. Hincarse en él restaura la columna y apoyar las palmas de las manos cura el cáncer de sombra.

Acostarse boca abajo provoca sueños de fuga de nebulosas y boca arriba se descongestionan las oscuridades de la mente.

Si uno permanece sentado en seiza se hundirá al cabo de un rato y se fundirá con él.

El secreto más grande de la estrella: quema de lejos, pero tocarla produce tremendos fríos.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Hacer poesía.


Como si fuera tan fácil hacer poesía...

Como si cualquier hombre con un diccionario en la mano la hiciera...

Como si "esas percepciones diáfanas e inmaculadas de negro diamante que desvirtúan la desnudez" fuera un poema...

Como si los poemas se respiraran todos los días entre las ruidosas calles...

...

Lo difícil es hacerla fácil para entender, con sencillas y honestas imágenes, el secreto fotográfico de un momento.




"Ese desconsolado sauce que llora cada vez que llueve".

martes, 26 de marzo de 2013

Letras sembradas.

Las palabras se dan en los árboles.

Los argumentos vienen en las ramas superiores y en la copa están colgando dos o tres novelas inéditas.

El viento ya se ha llevado la poesía.

Las raíces se pegan, a veces, al corazón de tinta. Es entonces cuando el escritor se ahorca sin darse cuenta hasta varios años después, cuando el propio árbol ya lo rebasó.

lunes, 25 de marzo de 2013

Centrifugar para existir.

Ese constante movimiento del universo para que la vida continúe. Tanta velocidad y tan lento que solemos caminar en ocasiones.

El día en el que salgamos volando en todas direcciones no lo sentiremos. Ya nos hemos estrellado cuando estamos dormidos, pero el mundo se reinicia tan rápido que sólo olvidamos algo que íbamos a decir. Seguimos caminando como si nada.

Aun dormidos viajamos. Todo el tiempo. Todo el espacio. Cada vez que el universo pone pausa pequeña nos duele la cabeza y nos detenemos un instante a pensar en que algo íbamos a traer de la habitación.

Para equilibrar las cosas debemos correr por nada, huir de algo que no existe. Sólo para tener la sensación de que le ganamos la carrera al universo que diario se lava en el vórtice gigantesco.

sábado, 23 de marzo de 2013

Vocales de cielo y mar.

Ave que va en picada, para surcar los mares.

Ecos de viento que se levantan en la espuma.

Infinito horizonte de azules pegados.

Ocaso que derrite su tinta en el agua.

Unidora gaviota de ambos mundos: marítimo y celeste.


viernes, 22 de marzo de 2013

Atadura de amor.

Ella sucumbe todos los días.
Diario la posee su ansia.
Cada mes redacta unas líneas de amor agonizante.

Él ya no puede saber nada de ella.
No responde, ni ahora ni nunca.
Todas las cartas son ignoradas.

Ella llora los días 13 de cada mes, día en el que se conocieron.
No quiere resignarse.
El abandono perfora sus entrañas.

Él sonríe, entre todas las cartas cerradas.
Se queman todas, arden junto a su macabra indiferencia.
Nunca más la volverá a ver.

Ella le escribe a un muerto mensualmente.
Él es la momia de un excéntrico mayordomo que siguió los últimos deseos de su amo.

Y cada año, Jaime contempla una hoguera de 12 cartas no correspondidas, mientras su amo sonríe eternamente metido en una caja de cristal.

jueves, 21 de marzo de 2013

Secretero.

Siempre son los cajones olvidados como cofres del tesoro que van adquiriendo importancia conforme pasa el tiempo. Un día los descubres de nuevo y se desparraman todos los años vividos en el regazo con un olor a nostalgia y madera adornada.

Las cartas en el interior son totalmente nuevas (aunque sean las mismas). La fiel maduración del que hurga allí dentro se enternece por unos segundos y después se cierra nuevamente el cajón. Desprende, en breves instantes, olores a tinta, papel y antiguos amores.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Lo que ha sido la luna.

A Leuksna, que has sido:

Faro fiel de los navegantes en altamar y esperanza de las ilusiones vencidas.

Enorme ojo de sabiduría, que todo miras, que todo iluminas en ciudades de luz perdidas.

Queso enorme de apetitos voraces, comida instantánea que llenas los ojos de blanco placebo.

Dama de honor y de compañía. Esas noches solitarias y bohemias donde te comparten.

Espejo antiguo donde los dioses prehispánicos veían los desfiguros del mundo y predicciones de astronomía.

Esfera gigante que sirve para jugar antes de dormir.

Baño de tenue luz que rejuveneces los rostros de embriagados poetas.

Linterna de deidades que espían las peripecias de dos enamorados.

Mujer celosa que cubres cuanto puedes del rey dorado para que nadie vea sus nuevos cabellos.

Vírgen hasta que una huella removió tu suave arena gris, proclamada pertenencia.

Obsesión cada vez menos frecuente de telescopio.

Enigma que vuelves a engatuzar a la humanidad cuando sangras, cuando te haces agua.

Cometa sin cola que quedaste varado cerca de la vida misma.

Roca culpable, aún no terminas de pagar tu condena de orbitar.

Diamante que muchos quisieran para incrustar en oro.

Guadaña de mal presagio, próxima a cortar la cabeza de un escritor para que se quede sin ideas.

Sonrisa misteriosa del universo.

Fruta resplandeciente que sabe a los sueños.

Falla celeste, hija de gran galaxia, nacida quizá por error y adorada por el resto de la eternidad.


martes, 19 de marzo de 2013

Escríbase quien pueda.

Letras, ¿para qué las quiero?

Que se escriban los hombres solos, desde nacimiento, con tierra o con fango de ese que presumen los dioses: según tiene propiedades regenerativas. Marcada llevarán la sangre con letras como atadura de su propio destino. Se moldearán ellos mismos en poemas gloriosos o en tristes e insignificantes diatribas. En héroes de sus ideologías o ignorantes del mundo.

Escríbete una carta, figura. Que no sepas lo que dice, no te predispongas ni te predigas. Olvídala y cuando crezcas léela como si fuese tu antiguo dios y ahora fiel seguidor de tus principios. Recíbela de sorpresa en un día caluroso, tranquilo. Respóndete y asegúrate de que tardarás años en contestarte. Serás otro. Seguirás tus consejos al calce.

Nárrate en  24 hojas blancas. Deja claro cómo llegas a transformarte. Y si te aburres, quémate en una sana hoguera y vuelve a escribirte.


lunes, 18 de marzo de 2013

¿Para qué quiero yo esto?

Un trozo de poesía colgado allí en la habitación. ¿Para qué?

Lazar ideales.
Anzuelo para enamorar.
Semilla que florece.

Endulzar el café.
Sonreír la mañana entera.
Abofetear la amargura.

Regalo de cumpleaños.
Verdad adornada.
Recuerdo de aquel día.

Palabras amontonadas.
Diluvio de lágrimas.
Casa de palabras que danzan.

Látigo conquistador.
Belleza capturada.
Engendro oportunista.

Arte que se hace solo.
Solo de letras llenarte.
Remolino de ideas.

Arrullo de páginas.
Engatuzador de ojos.
Habitante del cerebro.

Huevo de poema.
Despertador de elocuencias.
Espejo de la musa.

Y se mece desde su pluma de la cual cuelga.

domingo, 17 de marzo de 2013

Residuos urbanos.

Hoy recordé a ese diablo que todos llevamos dentro y asesina diario a cientos de personas urbanitas que no saben conducir ni caminar.

Las calles son el más fiel escenario de una competencia desconocida por ganar paso, tiempo y lugar. Al final todos hacen lo mismo y nadie triunfa en nada. Al principio funcionaron bien los "claxon", pero ahora son residuos, sólo sirven para proyectar continuar el estrés en otra dirección.

Es la guerra de todos los días. El habitante citadino se las ingenia para reducir el tamaño del transporte personal y se cuida de todo. A la vez de nada. Ese extraño de la esquina podría temerte tanto como tú a él. Sólo nos queda al final la basura, un silencio contaminado, una mueca ajena vista de modo forzoso, unas ratas perdidas y una grandísima incertidumbre ante cualquier peatón que nos cruce la mirada después de media noche.

Y el diablo que todos pasean sin darse cuenta quiere matar por temor a que le peguen.


jueves, 14 de marzo de 2013

Palabras perdidas.

¿De dónde me saco las palabras que hoy no están? ¿De la manga? Tengo un saco que llevé alguna vez a una presentación literaria. ¿Las saco de la manga?

No tengo un sombrero para extraerlas como el conejo.

¿Libros? Sí, cientos. Pero esas ya están usadas.

Hace poco perdí unas palabras y no las encuentro. Espero que no hayan caído en malas manos.

viernes, 8 de marzo de 2013

Metacine.

Todos alguna vez hemos creído que pertenecemos a un guión de película. Que llegará un momento en el que nuestras vidas se verán sacudidas por la impertinencia de un niño, la catástrofe o un choque entre dos personas que corren por el parque. Que acaso nos encontraremos con un cofre mágico del que extraeremos un misterioso poder para conquistar a esa vecina que vemos pasar todos los días y que nos aterra. Aunque, seamos honestos, es más probable chocar con alguien que viene en sentido contrario.

Para eso está el cine. Allí en esas historias hermosas estalla el núcleo de sentimientos. Lo que aparece después de los créditos puede parecernos cotidiano, por eso no se muestra. Si algo nos ha enseñado el cine es a atesorar fragmentos de tiempo, de momentos y emociones. Momentos específicos de evolución de un protagonista. Oportunidades que parecen problemas y que en realidad quieren despertar como historias.

¿Qué sucede después de la batalla? ¿Allí termina el viaje? ¿Después de rescatar a la princesa y casarse con ella viene algo emocionante? El cine (en algunas instancias) puede ser encapsulado y no refleja lo que viene después, porque nos parece aburrido, ya todos lo conocemos. Guisar unos huevos en casa después de haber regresado de un viaje marítimo puede parecernos irreal. Convivir día a día con la princesa que rescatamos la transforma en una mujer que puede volverse intolerable.

Más allá del cine está la realidad inevitable, el regreso a las rutinas. O bien, una historia que deberá ser contada más adelante, justo cuando una persona está a punto de cruzar un portal mágico donde su vida promete ser mejor.

El cine nos dice que tenemos momentos en la vida que bien valdría la pena filmar. Lo que no sabemos es que a la hora de mirar en la esquina de nuestra casa vemos una mosca que todo lo graba y que quizá estemos metidos en un "reality show" experimental de otras galaxias. Y que siempre sí es cierto que después del clímax viene algo más o menos aburrido, luego otra película y de nuevo la rutina. Hacemos cine porque somos cine. Es sólo que a veces no encontramos cámara y la película que estamos viviendo tiene que ser contada a través de otros personajes. Si tan sólo alguien nos pusiera una música de fondo...

domingo, 3 de marzo de 2013

Leyenda.

Hay una gran leyenda: si se pronuncia la palabra "magia" durante 200 veces seguidas sin respirar (jalar aire), se puede levitar durante cinco segundos.

sábado, 2 de marzo de 2013

Almacenamiento.

¿Y si las galaxias fueran representaciones cósmicas de los datos que se han comprimido en el cerebro? Quizá entonces, no hemos olvidado nada. Todo está allí registrado. Una galaxia por cabeza humana. Y registra y escribe en su interior todo lo que los ojos ven, todo lo que los oídos oyen y todo lo que el artista crea.