Tren Literario

Tren Literario
No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

viernes, 11 de abril de 2014

Abuelo.

Es tan seco, tan serio, tan firme. Comienzo a creer que dejó de ser padre para convertirse en abuelo.

Te acaricia con esa dulzura por las mañanas pero te quema si lo miras demasiado con esa falta de respeto propia de un escuincle.

Se duerme temprano, como a eso de las siete. Aunque le cambien la hora, él sigue levantando a las gallinas todas las mañanas. Se pone rojo por la tarde, ruborizado. Echa de menos el mar.

Los rumores dicen que es un maligno, que nos va a provocar irritaciones. Se le ve bien alto, serio, seco y cálido a la vez.

No lo hagas enojar porque se esfuma, no te habla, te aplica la ley del abismo verbal. Luego regresa con su cara como si nada hubiera pasado, después de la lluvia, lavado, limpio y listo para seguir escuchándote.

Y no es más que un sol que todos los días le da vuelta a este hogar enorme.

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