¿Se vale descomponer el lenguaje? Sí, pero una vez que ya se conoce a fondo. ¿Por qué hay que descomponerlo? Porque es divertido y nos obliga a repasar las reglas conocidas y saltearlas en ese temperamento de libertad lingüística. Cuando el lenguaje se conoce se pueden combinar palabras entre varios idiomas o crear alusiones que volcarán con nuevo significado. Esto tiene más valor en la poesía, donde lo que buscan los que la tratan es sensibilizarse.
Propongo para el caso de este experimento, la puesta de las letras "e" al final, cerrando las oraciones. Quizá nos dé un parecido con algunos sonidos del francés. Lo importante es que sean vocales las que se van a intercambiar.
Al final del ocase
salen las llamarades
del rojo gigantén
que habita en el Parnase
donde escriben los poetes
y vuelan las avos.
No es necesario poner el poema original.
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