Cuando vienta la cruzación
por la enloquencia, proa y marea
se ciela el caimiento, se rumba el agotamiento
Abruma la aparición y desconcierta.
Entonces sólo hay quedamiento
y buscación de uno mismo.
Salir la hallación y ensoñarse, propiamente.
Cuando cruza el viento
por la proa y el mar enloquece
se cae el cielo, se agota el rumbo
aparece la bruma y el desconcierto.
Entonces sólo queda
buscarse uno mismo.
Hallar la salida en el propio sueño.
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