¿No será que el universo habita nuestras cabezas?
Cada una alimenta sus propias galaxias.
En la cabeza tenemos pues, el cerebro lleno de órbitas y lunas.
Cuando sentimos que nos roban las ideas es porque el planeta de la cabeza de un amigo se acercó mucho a nuestro sistema.
No sólo cada una es un mundo, sino un universo.
Los pensamientos son planetas y los sentimientos nebulosas que luego nos confunden.
¿No será que al besarse los amantes se permiten aterrizar mutuamente en planetas desconocidos?
Ello lleva a paraísos verdes o a destinos de locura, con agujeros negros que luego los consumen.
Tan grandes y tan pequeños, pues los hombres contienen universos enteros que a su vez contienen más seres.
¿Soy solo una idea creativa o el principio del infinito hacia ambos extremos?
El cerebro réplica perfecta es del espacio, pequeño y enorme simultáneamente. Insignificante y grandioso.
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