Este no es poema complicado,
no habla de metáforas,
ni rimas perversas,
ni tampoco garabatos de palabras.
No confunde el corazón lector.
No tiene métricas, ni tuercas retorcidas.
Es poema sencillo, ingenuo.
Podría decirse que un niño lo hizo.
Pues entre tanto poema suelto
de delirio, amor, sangre y olvido
se olvidaron más bien
de lo básico de un creador.
Aquí no hay hilos de fondo,
ni interpretaciones adicionales.
Ni las lágrimas son dagas,
ni las miradas feos cuchillos.
No habrá sueños de color,
ni retóricas de cristal,
ni suntuosas palabras,
menos interpretaciones miles.
No le busques al poema
veinte signos.
Pues sólo habla,
de un titán pequeño en un árbol.
Un escarabajo de sol empedernido,
cortando una corteza con brío
como si tuviera el árbol
adentro un latido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario