Tren Literario

Tren Literario
No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

domingo, 24 de julio de 2016

Cambiar el paradigma.

Qué grave error del habitante de un lugar creer que todo el mundo es como su mundo habitual. Aquí lo más peligroso es que el sujeto en cuestión no desea salirse del camino de siempre y comienza a arrojar por la borda unas quejas en forma de manchas que se van pegando sobre la acera. Estas manchas se pegan en las suelas de todos y pronto se acarrean como un virus que mantiene a todos en un mundo cerrado.

Esto no ocurrió con el capitán Chuck. Lo que él arrojaba por la borda eran calamares y pulpos que constantemente eran arrojados por las olas sobre cubierta. De vez en vez aparecía un pingüino perdido, mismo que salía disparado cuando el capitán Chuck lo metía en un inofensivo cañón de su barco.

Pero volvamos al pulpo, que era lo realmente importante en esta historia. La primera vez que subió al barco lo hizo usando sus ventosas. Se ayudó con la tormenta y se deslizó hasta la cabina porque estaba realmente interesado en ver la bitácora del capitán Chuck. Haciendo uso de su inteligencia, trepó hasta el timón y lo hizo girar tan rápido que golpeó al capitán, dejándolo noqueado mientras el barco daba un giro constante. Una vez estable, el pulpo comenzó a revisar las bitácoras.

La conquista de los pulpos pronto tendría lugar. Ahora debía dirigirse el barco hasta el punto donde ocurriría el motín. Todos estaban dispuestos, flotando cerca...

Lo que nadie sabía es que en realidad el pingüino estaba detrás de todo esto.

Favor de continuar la historia como más le plazca.

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