Para encontrarte, hombre del espejo, no voy a buscarte donde ya has estado. Allá en tu rutina de siempre con tus caminos de siempre. Allí en tu misma expresión poblada de cicatrices, con ríos marcados sobre las montañas mejillosas. Allí en tus ventanas donde sale humo gastado del motor de la ciudad donde normalmente habitas. Tampoco en tu huevo de sueños rotos e ideas olvidadas. Allí no has de estar.
Para hallarte voy a buscarte en un espejo del otro lado del mundo, donde seguramente estarás maravillándote, cumpliendo tus autoprofecías, donde los sueños te habitan a ti, donde los ríos han lavado tu rostro para que nuevos ríos te formen a lo largo de tu mirada serena. Entonces te conquistaré de tal modo que seas tú el que me conquiste a mí, dejándome invadir por tus sueños, consumirme en tus creaciones y elevándome sobre tu reflejo.
Cuando ese momento llegue, volverás a cambiar de espejo y deberé perseguirte hasta el final del mundo.
Maravilloso eres un gran escritor
ResponderEliminarMaravilloso eres un gran escritor
ResponderEliminarJamás dejes de escribir...
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