Para deshacerse de ella, hay que transmitirla a distintos medios.
Un poeta que la escribe para dejarla.
Un músico que la toca para hacerla flotar por el mundo.
Un pintor que sumerge la pintura en el lienzo.
De esa forma, el mundo carga con toda la melancolía vuelta arte, nos ayuda. Lo que pesaba, pongamos por caso, una tonelada para un individuo, mil personas cargan un kilogramo cada una. Así, entre más ayudantes que soporten nuestra melancolía tengamos, más la vemos flotar, hasta que la olvidamos por completo.
Todo consiste en repartir la melancolía por el mundo, matizada de mil formas distintas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario