Tan querida y tan odiada, depende ella de lo que sientan los que la usan para entregar regalo de palabras a la amada.
¿Qué acaso no es una perla gigante que quieren las damas en el anillo de compromiso?
¿No es además, un trozo de meteoro insípido una vez que llega el divorcio?
Tan flotante la luna, mientras que los astrónomos tienen tantas y tantas de donde elegir...
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