Tren Literario

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No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

viernes, 25 de septiembre de 2015

Radio.

Hay momentos en la vida que todo sucede tan de repente y con tanta carga que no hay explicación posible más que admirar el espectáculo del significado en todo su esplendor, como el caso del niño y el radio. Ya le tocará a usted decidir con qué se queda.

Descripción: niño de pie con un radio en la mano. Parado sobre el radio de un círculo pintado en el suelo. Uno de sus brazos tiene el radio tibio. Me refiero al brazo del niño, no del círculo, pues todo mundo sabe que los círculos pocas veces tienen brazos. El niño tiene un radio de acción de tres metros. Dentro y después de esos tres metros, afuera está el radio radioactivo. El radio de la mano emite frecuencias sospechosas para algunos soldados que se han pegado justamente en el radio mientras sostenían su radio. Pecho tierra.

Hay que rescatar al niño del radio, así que llamémosle por el radio sin llegar al espacio que delimita el radio del piso. El radio de acción es pequeño. La señal llega. Niño, ¿está bien tu radio? Poco a poco el otro radio comienza a disiparse y al niño ya no le duele el radio. El niño es salvado gracias al radio.


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