Tren Literario

Tren Literario
No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Canción de nostalgia.

Hoy un violín entró por la puerta equivocada. He allí sus desplazamientos con el arco, más cómicos que clásicos. Cuerpo un poco raspado por las trayectorias de la vida. Ahora se gana la vida cantando en el tren subterráneo, donde la electricidad veloz apaga el sonido de la melancolía de un músico que ha muerto.

Las notas roncan. Se desafina. No busca dinero, ni aplausos, porque tampoco quiere hallar conmiseraciones. Lo que pide a alaridos de cuerda y arco es una nueva alma que le guíe, que lo amaestre para sentarse galante como ésos de las salas acústicas.

Ignorado. Pronto se dio cuenta el triste instrumento que cuando se cruzan las puertas automáticas el gris se palpa en las caras de los monigotes diarios. Pero vive porque nada muere en realidad. Cambia de vagón, alude a la atención, canta más fuerte. Se vuelve a desafinar pero logra un crescendo del pasado. No hay alegros en esta ocasión.

Al salir la muchedumbre en la última estación, el violín baja despacio. En los tiempos anteriores el músico era imprescindible, pero ahora los instrumentos deben viajar solos para ganarse… no, no la vida, sino la atención del alma. Desde hace varios años la gente con orejas no escucha en realidad.

¿Cuál es esa nota? Se queda vacío el remedo de andén y el violín mira un póster desgastado en la pared. Concierto en tal lado. A tal hora. Y tiene músico y toda la cosa. ¿Alguien quiere ser mi músico?

La masa oligofrénica de pasajeros ignora al violín solitario. ¿Qué no ven? ¡Es un violín que se mueve por sí solo, cobró una vida quién sabe dónde, está animado! Por eso es la puerta equivocada el tren subterráneo, porque los eventos más inverosímiles son transformados en mundanos por la sombra expresión vacía de los que viajan allí.

Y estoy seguro que en algún lugar del mundo donde no pasa nada, un músico quiere conocer a un violín vagabundo y sin rumbo fijo.

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