Es confidente que borra el llanto. Es bálsamo que regula la temperatura. Y siempre dura lo suficiente cuando se está en intimidad con ella. Es halo protector que invita al encierro, con ritmo perfecto. Es a veces alguna diosa nostálgica que no termina su sollozo. Algún amor imperfecto. Y viene y se azota, te abofetea dulce o amargamente, depende de tu sincronía. Estalla la atmósfera y se deshacen los lagos flotantes que subieron antes. Y toda se cuela, se mete, se infiltra en la mente, en las manos, en la boca, te reconoce, te desconoce, y si te dejas te quita lo marchito, es vida cuando falta la vida. Te reblandece cuando has estado dura como vasija seca. Y si tienes el corazón bien guardado lo saca a flote.
La lluvia también sabe de amores...
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