Tren Literario

Tren Literario
No hay peor libro que el no se escribe, al negarle la oportunidad de existir. -Kuvenn

jueves, 4 de febrero de 2021

Sobre las estrellas.

 Alguna vez un hombre me dijo: "las estrellas no son como las describen". Y tenía razón. Que yo sepa, nunca nadie ha viajado realmente hasta los límites donde se quema una enorme bola de fuego (y si lo hizo no nos lo dirá). Ni el sol, que es la estrella más cercana, ha tenido la fortuna o desdicha de ser explorada. Más bien está allí, "mírame y no me toques", parece que dice. Por ello conviene disfrazar las estrellas como más nos apetezca: son almas, son centros de energía, son sueños lejanos.

"Si la toca se quema", nos dicen. Pero si bien que nos encanta jugar con fuego, con plasma. A veces las confunden con los ojos de alguien. O más bien que el ojo, como universo pequeño, también las contiene. Quizá ni siquiera quemen tanto como dicen, nadie lo ha comprobado, nadie ha ido a meter la mano allí. Hay una leyenda que dice que cada estrella pegada en el firmamento es en realidad el alma de una persona viva y que cuando ésta muere el astro también se apaga.

Aquél que dijo que no son como las describen en realidad no tenía interés en ver las estrellas bajo el lente de la poesía. Es lo que nos queda, al menos, mientras no podamos ir hasta allá a experimentar la verdadera forma. Y nos encantar deformar la realidad, porque ésta luego resulta muy aburrida. Pero en la poesía, deformar la realidad es todo un arte.

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