Cuando el cuerpo es transparente, cerca de la zona del corazón, sólo hay dos opciones: contribuir a curar el sistema, o atenerse a las consecuencias de su oscurecimiento.
Era el sueño recurrente de Manuk Koro: ese donde en vez de sangre roja, los corazones producían sangre negra, exponiendo la sombría transfiguración de la persona que sufría aquello.
SIGUE
No hay comentarios:
Publicar un comentario