Creció Gisela pensando que el amor dolía, pero que era necesario resistirlo hasta sus máximas posibilidades, para trascender el dolor y ver más allá del horizonte de la incertidumbre. Era muy necesario pasar el amor por las lluvias de los cuatro elementos. Dos de ellas eran insignificantes, casi como ser paciente. Dos de ellas generaban no sólo dolor físico, sino punzadas en la mente y en el alma.
Tenía la firme convicción de que un amor verdadero debía doler en algún punto, porque lo que incomoda es notable; lo notable vale la pena. El amor sólo podía florecer nuevamente en algo pulcro después de algunos episodios de irritación, de odio. No por estas ideas forzaba Gisela este tipo de sensaciones. Era ley natural que después de algunas semanas de enamoramiento, las verdaderas pruebas empezaban. Si algún pretendiente se retiraba antes, significaba que el desafío era abandonado. Sólo aquel que soportara el ritual de las lluvias junto con ella sería el indicado para compartir toda la vida que faltaba. Y el factor era cambiante: nunca se sabía cuál lluvia iba a caer primero.
Apareció Antonio, quien salió con ella para tener alguna noche romántica. Ese era un buen comienzo. Las primeras citas en cines son por lo general aburridas en cuanto a interacción, porque todo se centra en la película. Para conocer a alguien era preciso escucharlo, ver cómo sujeta los cubiertos, escucharlo masticar, ver sus modales en la mesa. En una terraza la cena había estado perfecta y la conversación se vio enriquecida con muchos temas. Dos cafés tibios daban fin al primer encuentro; cuando Antonio caminó con Gisela para acompañarla de regreso hasta su casa la primera prueba se desató. Una sencilla. La lluvia comenzó a caer.
Antonio apresuró el paso porque había olvidado el paraguas, mas Gisela, paciente, se quedó estática.
—Antonio, ¿te mojarías conmigo? —preguntó, risueña.
—¿Aquí mismo? No, no. Vamos, que si no, nos empapamos.
Gisela insistió. Antonio se quedó pensando en aquella locura. ¿Qué acaso ella tenía ideas exóticas? ¿Las tendría todo el tiempo?
(SIGUE)
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